Es importante tener plantas plurianuales; el esfuerzo en mantenerlas es mucho menor aunque la inversión inicial es mayor hasta que la planta comienza a dar frutos. Es importante, a la hora de plantar frutales, hacer un pequeño calendario de las cosechas que se quieren obtener: qué cantidad, qué variedad y en qué momentos. También es importante mezclar fruta rica en azúcares y rica en proteínas; fruta que se pueda conservar durante el otoño-invierno, fruta que se dé con facilidad en la zona; de este modo nos aseguramos cosecha aun en años malos.
Así pues, este año hemos plantado:
- Kiwis, resguardados por la pérgola del pozo.
- Avellanos.
- Caquis.
- Albaricoqueros.
- Naranjos y limoneros, junto a la pared de piedra del huerto. La piedra actúa de acumulador de calor en invierno.
Este verano tendremos nuestras primeras almendras. Los almendros se sembraron hace cuatro años; no está mal el esfuerzo inicial!