11.8.12

El retorno


Tras algunos años de sequía bloguera, retomo al posteo. Y hablando de sequía, la de este año es bastante severa, así que muestro algunos trucos para combatirla:
  • Acolchado de paja para conservar la humedad del suelo.
  • Reducción de la zona cultivada.
  • Malla protectora contra el sol para minimizar la evapotranspiración de las plantas.
  • Retraso de cultivos de otoño hasta septiembre u octubre, dependiendo de cómo venga el próximo año de lluvias.


Este año he tenido falta de acopio de paja, por lo que este otoño próximo sembraré más alfalfa para tener material de acolchado para el próximo verano. Además, la alfalfa me enriquecerá algunas zonas del huerto que están empobrecidas.

Entre el material de acolchado que he utilizado este año hay acelgas que deje subir para semilla durante esta primavera, por lo que dentro de unas semanas tendré plántulas de acelgas para trasplantar en otoño (de hecho ya he visto que han salido algunas).

Otra técnica que uso es la de sembrar en el mismo surco de algunos tipos de plantas con poco porte (como las judías de la foto de arriba) otras plantas de ciclo rápido, para aprovechar la humedad del surco. Esto lo hago con plantas como rábanos, rúculas o espinacas. Lo que hago es sembrar a lo largo del surco, en una de las paredes del mismo, semillas para que al regar el surco aprovechen la humedad. Los rábanos de este año ya están saliendo.

Cierto es que podría haber instalado riego por goteo para aprovechar aún más el agua pero a lo largo de estos años el riego por goteo no me ha dado más que problemas y por ahora no me planteo volverlo a utilizar:
  • Implica tener la fuente de agua con cierta elevación para contar con suficiente presión y que llegue por igual a todos los goteros.
  • La siembra de las plántulas es menos flexible: la localización de los goteros esta prefijada; el surco te da mayor flexibilidad de ubicación.
  • Hay que estar revisando los goteros pues el excesivo calor y la materia orgánica del agua los atasca.
  • Tienes que chequear el grado de humedad de cada planta, pues el acolchado no te deja ver de un vistazo cuál se riega bien y cuál no. Si esperas a notarlo por la apariencia de la planta, es arriesgado pues puede ser fuente de ataque de enfermedades y que luego se transmita a las demás plantas.
  • Bien es cierto que el sistema de riego por goteo te aporta automatismo y te permite ausencias cortas.
Este año, con las técnicas que estoy usando, riego los cultivos cada tres días y la humedad se conserva entre riego y riego. Aún así seguiré investigando más sobre el riego por goteo, sobre todo en lo que respecta a nuevos materiales que aparezcan mejorando lo existente.
Por ahora el pozo está respondiendo y recupera el modesto volumen de agua que tiene, aunque todavía queda un mes de riego y las aguas subterráneas merman bastante al final del verano.

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